Rafael V. R.
1/5
En 2014 esta empresa, publicó una oferta de trabajo para diseñador gráfico. Creo que por Infojobs. Me inscribí y me llamaron. Había que hacer la entrevista personalmente allí, en Rute, pueblo maravilloso por cierto, así que una señorita tan seria como educada me cita un día a una hora.
Ese día, habiéndome preparado previamente la entrevista, me duché y me arreglé para la ocasión. Mi mujer, por aquel entonces novia, estaba embarazada, no recordamos de cuánto tiempo, pero se notaba ya la barriga. Y se decidió a acompañarme, para que fuera más tranquilo. Así que, allí estamos los dos, camino de Rute, que está a 87 km ida, 87 km vuelta.
No recuerdo bien a qué hora estaba citado, pero salimos bien, aunque claro... ahora tienes que llegar a un pueblo que no conoces, buscar un polígono industrial, y buscar la empresa tal. Después de preguntar en un par de ocasiones, por fin, dimos con el sitio.
Pongamos que nos citaron a las 18:00, ya digo que no lo recuerdo.
Allí había al llegar, un matrimonio mayor con un muchacho joven. Aparcamos en la puerta y nos saludamos. Y yo, que iba con la hora justa, es decir, podrían ser las 17:59, me dirijo hacía la puerta de entrada. Ojo, 87 km conducidos y con mi mujer en el coche, embarazada. Me atiende una señorita, que por el tono era la misma que la de la llamada y me dice, que Don Fulano (No recuerdo, ni quiero, su nombre) se ha marchado...
Imaginen la cara que se me tuvo que quedar.
Después de pedir explicaciones, ella en vez de dármelas, dice que la culpa es mía por llegar tan justo de hora, que no son formas... me dice que le dejará una nota a Don Fulano para que me llame. Fue una conversación más larga y desagradable.
Salí de allí, echando fuego, y el matrimonio con el muchacho de antes, estaban charlando con mi mujer, a el muchacho, que iba también a la entrevista, le habían hecho lo mismo. No recuerdo si él iba antes o yo.
Así que allí estábamos, dos familias de Córdoba, en Rute a las 18:00 de la tarde, habíamos sido plantadas sin ningún tipo de explicación ni disculpa por parte de la empresa ni de Don Fulano. Es más, la señorita que tampoco se disculpó, por supuesto, dejó entrever que Don Fulano nos llamaría para una nueva entrevista. Bueno esto fue en 2014, y hasta hoy.
Ni quiero ni puedo expresar bien con palabras cómo nos pudimos sentir, yo, parado, habiendo encontrado la oportunidad de hacer una entrevista de trabajo y encontrándome con la puerta en las narices, con mi mujer embarazada, 87 km para arriba 87 km para abajo. Y que este, Don Fulano, no tuvo la profesionalidad, la educación, ni la hombría de llamar, para disculparse, o para lo que sea.
Juzguen ustedes.
Aquí dejo para la eternidad o hasta que Google considere, mi experiencia, con esta empresa, que insisto, desconocía y desconozco, lo mismo son referentes en algo, pero desde luego... tanto la señorita de la entrada, como Don Fulano, si describen mínimamente quiénes son...
Saludos.
